Recientes indagaciones científicas prueban que ni nuestro hígado ni nuestro entendimiento están listos para el alcohol hasta cumplir los veintidós años. No obstante, no conozco a ninguna sociedad científica, ni a ninguna Institución Pública que se atreva a realizar sugerencias de abstinencia de alcohol hasta los 22 años. Los mensajes de las autoridades sanitarias mencionan a los 18 años, por el hecho de que la mayor parte de edad está fijada en esta edad. No obstante, en el momento en que aceptamos los 18 como edad límite para comenzar a tomar alcohol, debemos tener presente que nos encontramos de rebajas, en tanto que en sentido riguroso deberíamos charlar de 22.
Pero nuestros hijos no aguardan hasta los 22, no a los 18 por tomar alcohol. Los estudios nos comentan que en España tres de cada diez jovenes se han emborrachado en el último mes, y si bien ese 30% aún no ha cumplido la mayor parte de edad hasta la embriaguez. El hígado y el cerebro son damnificados por una substancia molesto, el etanol, que está dañado las células de unos órganos todavía no maduros.
Apareció borracho o me entero de que esto ocurrió. ¿Qué hago?
Aconsejable. No tomar una actitud de reproche y sanción ética. Ofrecer por sentado que algo no está andando bien en su historia y que necesita atención acompañándolo en la situación. Valorar efectuar una solicitud sabiendo si es un episodio apartado o una reiteración. Si es una situación apartada ver a su lado de qué manera están andando el resto de las áreas de su historia. Educación, deportes, socialización y vida en el hogar.
No aconsejable: Ni omitir la situación ni poner límites punitivos como única opción alternativa.
¿Y cuánto tiempo debería aguardar?
La supresión del alcohol en la sangre es dependiente de la proporción de alcohol que hayas ingerido y de tu constitución. Según y también-lactancia, es conveniente aguardar 2 horas y media por cada 12-15g de alcohol consumidos (una tercer parte de cerveza con una graduación del 5% o un vaso de vino con una graduación de 11-12%).
Según la Asociación De españa de Pediatría, tras los primeros meses de vida del bebé, proporciones pequeñas y ocasionales son aceptables (una caña de cerveza o un vaso de vino una o 2 ocasiones por semana) intentando separarlo las de las presas. No tomar bebidas de alta graduación, como ginebra, licores o whisky. El mito habitual de que un vaso de cerveza cada día incrementa la producción de leche no posee ninguna evidencia a nivel científico que le apoye. El alcohol consumido pasa velozmente en la leche de la mamá, en un nivel igual o superior al de la sangre materna, pero asimismo los escenarios descienden de forma rápida en tanto que el alcohol no se amontona en la glándula mamaria. Si bien el nivel de alcohol en la leche es bajísimo, el fragancia que toma la leche es realmente fuerte, alcanzando el máximo entre los 30 y 60 minutos tras haber consumido la madre alguna bebida alcohólica, lo que puede motivar que el lactante rechace esta leche