puedo embotellar cerveza si no ha dejado de fermentar

Ahora pasaron 7 días desde el momento en que efectuamos la elaboración de nuestra cerveza casera con un Kit básico (St. Peter´s Ruby Red Ale) y llegó el instante de pasar a la próxima etapa del desarrollo, que es el embotellado y carbonatado y posterior maduración.

A lo largo de estos 7 días habrás sentido que el fermentador fué pasando por distintos fases de actividad, comenzando por la expulsión robusta de gases por el airlock precisamente a las 24 h de añadir la levadura y bajando esta actividad de a poco hasta detenerse (a lo largo de la etapa de fermentación no es conveniente abrir el fermentador y que la cerveza entre en contacto con el aire, pero quien se resiste la primera oportunidad a perderse la visión de las diastasas haciendo un trabajo).

Preparados para comenzar a embotellar cerveza

Una vez concluida la fermentación de nuestra bebida, es el instante de elaborar lo que usaremos. Lo indispensable es tener las botellas dispuestas para el desarrollo. Caso de que hayas decidido reciclar, tienes que cerciorarte de que cada envase esté adecuadamente limpio.

Frente todo, para no parar el embotellado, cercíate que tienes suficientes botellas para la proporción de cerveza fermentada. Una vez efectuado el cálculo, vas a llevar a cabo una sucesión de pasos para tener completados los botellines.

Materiales precisos

Para hacer todo el desarrollo de elaboración de cerveza casera precisarás, adjuntado con los elementos, una sucesión de materiales. En la red hallarás kits de cerveza casera con todo lo que es necesario para ti. Las herramientas básicas que precisas son:

  • Fermentador.
  • Trampa de aire o airlock.
  • Cuchases medidoras.
  • Cilindros y mangueras para envasar.
  • Hidrómetro para medir la graduación alcohólica de la cerveza.
  • Termómetro para supervisar la temperatura de la habitación.
  • Botellas de vidrio.
  • Chapas y chapadora para embotellar.

No comienza a burbujas

Si llega el instante en que tu fermento no burbuja lo mucho más conveniente es que barajas con perseverancia, esto va a crear una oxigenación y al tiempo estimulará el desarrollo de los diastasas. Caso de que la única fuente de diastasas es el aire, eliminar va a hacer que las diastasas de la área se incorporen dentro. Ten presente la temperatura, lo idóneo es un microclima caluroso pero si tu región de trabajo es fría deja de preocuparte de que la fermentación empezara pero a un ritmo mucho más retardado. Al final corrobora que el agua que usas no tenga cloro en tanto que esto aniquila a las diastasas desde algunas concentraciones, un truco es hervir el agua en una cazuela descubierta o dejarla descansar unos cuantos días a fin de que el cloro se evapore. Tenga precaución con las novedosas maneras de cloro así como la cloramina, en tanto que es imposible remover.

El moho es un signo que a lo largo del desarrollo de fermentación no se ha removido con la continuidad requerida, puesto que esto impide el avance del moho en el fermento. Las maneras de solventarlo son 2, raspa la área para sacar el moho y si es imposible entonces vas a deber trasvasar a otro envase el líquido que hay bajo el moho usando un sifón. En el caso de que hayas hecho poca cantidad te aconsejamos tirarlo puesto que el moho puede ser realmente amenazante para la salud.

Misma consistencia y mismo pH.

Si pasado un tiempo sensato (unas 72 horas) desde el momento en que inoculamos y la medición de consistencia y ph no ha variado, tenemos la posibilidad de decir que disponemos una fermentación que no comienza. Para arreglar este inconveniente puedes inocular salvo agregada a tu fermentador. Ten presente que la levadura que vayas a inocular no sea del mismo lote que inocularo en la primera fermentación ya que es posible que la viabilidad de exactamente la misma esté perjudicada. Puedes inocular el barro de otra elaboración, un bulto de levadura líquida o levadura seca rehidratada. En ese instante tienes que regresar a oxigenar el mosto a fin de que la levadura se reproduzca. Probables causas a fin de que una fermentación no arranque:

  • La viabilidad de la levadura es baja o fallecida.
  • Temperatura del mosto tanto superiores a 32ºC como por congelación del propio mosto.
  • Polución de la malta por micotoxinas. La malta guardada en sitios cálidos y húmedos tienen la posibilidad de producir escenarios altos de micotoxinas.
  • Falta de oxígeno en el mosto para efectuar la fermentación.
  • Escasez de nutrientes en el mosto. Si usas agua osmotizada o destilada sin añadir sales, o realizar mostos con enormes porcentajes de azúcares añadidos y no que vienen de la malta tienen la posibilidad de ofrecer mostos con bajo nivel de nutrientes.
  • Considerable suma de turbio y lúpulo en el fondo del fermentador. Esto puede ocasionar que las diastasas muy floculantes no arranque. Si piensas que o sea la causa puedes agitar al fermentador cada 15 minutos en las primeras horas tras la inoculación.

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