Rocío Muñoz-Ledo
(CNN) — Desde el momento en que tiene memoria, Isabella Silvers ha menospreciado el gusto del cilantro.
5 fundamentos para acompañar la cerveza con aceitunas
1- Popularidad entre los usuarios. Según una encuesta efectuada por la Asociación de Cerveceros de España, mucho más del 72% de los españoles eligen como temtempié de la cerveza las aceitunas. Esto transforma el fruto del olivo como preferido, quedando sobre las patatas fritas y los frutos secos.
2- Su simple preparación. Se encuentra dentro de los snacks mucho más prácticos para los bares. Es suficiente con abrir y ser útil. Existen algunos bares mucho más excéntricos que sirven las aceitunas tradicionales cubiertas con hielo para sostenerlas mucho más frescas, en especial en los días mucho más calurosos. En ciertos casos asimismo agregan jugo de limón, incrementando de este modo la sensación de sabores, lo que las hace mucho más irreprimibles.
Aliadas contra el colesterol
Este fruto oleaginoso, del que se consigue el oro líquido de la dieta mediterránea, el aceite de oliva, tiene dentro polifenoles antioxidantes. Estos asisten a achicar las cantidades de colesterol malo o LDL. Tomar aceitunas es una manera de resguardar el organismo de la oxidación y el juntado de las lipoproteínas de baja consistencia.
Según los desenlaces de los estudios completados, semeja que hay una relación causal entre el consumo de este fruto y la protección en oposición al colesterol malo. No obstante, para favorecerse de este efecto es mucho más simple lograr la cantidad requerida de polifenoles consumiendo aceite de oliva.
El gusto por los sabores amargos es aprendido
Hagamos un simple ejercicio mental. ¿Por qué razón piensas que disfrutas tanto la cerveza? Indudablemente creas que es por su gusto. Imagínate: llegas a la terraza del bar (en esta novedosa normalidad, siempre y en todo momento con mascarilla), te solicitas una caña y gozas mientras que saboreas este gusto amargo, refrescante y espumoso.
Sentimos romper la burbuja, pero el gusto por los sabores amargos es aprendido. Esto enseña por qué razón en el momento en que probamos por vez primera la cerveza a (prácticamente) absolutamente nadie le agrada. Y algo similar sucede con el vino, el té o el café.
Si te agradan las aceitunas es pues andas avejentando
Una investigación anunciado en Physiology & Behavior descubrió que es muy normal que a los pequeños les agraden los sabores dulces y les desagraden los amargos.
El gusto se marcha cambiando durante nuestra vida gracias a la biología.